El Esófago de Barrett
Si usted sufre de reflujo gastroesofágico, es muy importante tomar las medidas necesarias para evitar el desarrollo de enfermedades más serias como el esófago de Barrett.
Si usted sufre de reflujo gastroesofágico, es muy importante tomar las medidas necesarias para evitar el desarrollo de enfermedades más serias como el esófago de Barrett.Cuando el esófago es expuesto continuamente al ácido estomacal, el epitelio natural se empieza a dañar. En respuesta, el esófago desarrolla un revestimiento más grueso con propiedades similares a aquellos del estómago o el intestino delgado.
Relación con el Reflujo Gastroesofágico
La principal causa del esófago de Barrett es el reflujo gastroesofágico manejado incorrectamente. No todos los pacientes que sufren de reflujo van a desarrollar Barrett. Sin embargo, es bastante crítico que los pacientes lleven un buen control de ese reflujo.
Varios factores que exacerban el reflujo se convierten en factores de riesgo para el desarrollo de Barrett, como la obesidad y el tabaquismo. El paciente debe eliminar estos factores en la medida de lo posible, esto incluye hacer un esfuerzo por bajar de peso si ese es el caso, y eliminar el consumo de sustancias como el café, el licor, las gaseosas, o el tabaco
Consideraciones Importantes
- El esófago de Barrett se considera una lesión pre-cancerosa. Es decir, si el paciente no trata la enfermedad correctamente, hay un riesgo de que se desarrolle displasia y cáncer de esófago.
- El riesgo de desarrollo de cáncer es relativamente pequeño (varía de 0.5 a 8% por año dependiendo de la existencia de displasia o no), pero sí es importante el tratamiento crónico. Como mínimo, un paciente diagnosticado con esófago de Barrett, debe hacerse una gastroscopia una vez al año y asegurarse de que el médico evalúe el revestimiento del esófago.
- Muy frecuentemente, los pacientes dejan de tomar su medicamento cuando no sienten molestias. Sin embargo, el no consumir la medicación eventualmente lleva a episodios de reflujo que causan complicaciones e incrementan el riesgo de desarrollo de displasia y cáncer. Además, los síntomas de la enfermedad (agrura, dolor en la boca del estómago, náuseas, eructos, y en algunos casos dificultad para tragar) pueden retornar.
- El reflujo experimentado por adultos no está relacionado con aquel comúnmente visto en bebés. En el adulto, el reflujo es una enfermedad crónica que se debe monitorear para evitar progresión de otras enfermedades.
- Ciertos factores de riesgo existen fuera del control del paciente como la edad (mayores de 50 años), el sexo masculino, las personas de raza blanca y ciertos factores heredofamiliares. Se recomienda que las personas que cuentan con alguno de estos factores realicen gastroscopias de forma preventiva.
Diagnóstico y Tratamiento para el esófago de barrett
El diagnóstico del esófago de Barrett se realiza mediante una gastroscopía. Durante el procedimiento siempre se deben tomar biopsias. El patólogo es quien confirma el diagnóstico, después de revisar que el cambio de revestimiento realmente se ha dado.
El tratamiento de esta enfermedad depende de si hay presencia de displasia o no. Aquellos pacientes que no tienen cambios displásicos son tratados con inhibidores de bomba de protones y el control del reflujo.
Si un paciente tiene displasia, el tratamiento incluye eliminar la displasia y tratar de eliminar el esófago de Barrett por otro tipo de terapias como la crioterapia o ablación por radiofrecuencia. En estos procedimientos, el doctor quema la piel afectada para que el esófago sane y vuelva a su revestimiento normal.
Cuando hay cáncer, el tratamiento depende del progreso del cáncer. El tratamiento se empieza con resección endoscópica seguida por eliminación del esófago de Barrett si no hay metástasis. Si el paciente no es buen candidato para resección endoscópica, debe ir a cirugía para eliminar toda la lesión. En caso de que el paciente esté en estados más avanzados o presente metástasis, el tratamiento se refiere a un oncólogo.
El esófago de Barrett es una enfermedad que se puede y debe controlar para evitar el riesgo de desarrollo de cáncer. Mantener un peso saludable, eliminar el consumo de tabaco y de sustancias irritantes hacen una gran diferencia. Aún más, la práctica de hacerse exámenes de chequeo anuales dan la oportunidad de diagnosticar y controlar esta enfermedad.