La Gastroscopía
La gastroscopía es un exámen que permite la visualización del esófago, estómago y una pequeña parte del intestino delgado.
El procedimiento es necesario para detectar enfermedades como úlceras, cáncer, pólipos, lesiones precancerosas, reflujo gastroesofágico y para la detección de la enfermedad celíaca.
La recomendación médica es repetir una gastroscopía cada 1 a 3 años para detección de cáncer a partir de los 40 años, sin embargo este plazo puede cambiar de acuerdo a cada enfermedad diagnosticada. Es importante recalcar que un paciente debe realizar este procedimiento fuera de la recomendación médica en ciertos casos. Si el paciente presenta dificultad para tragar, vómitos frecuentes, pérdida de peso, sangrado (vómitos con sangre o heces negras), anemia o tiene antecedentes de cáncer gástrico en papás, abuelos o hermanos.
Preparación para la gastroscopía
Este procedimiento debe realizarse después de un período de ayuno. La última comida debe ser liviana. No se debe de consumir comidas copiosas, grasosas, carnes rojas o licor. Esta última comida se realiza un mínimo de 8 horas antes del estudio. A partir de este momento y hasta 4 horas previas al estudio se pueden consumir líquidos que no contengan leche. Es importante notar que no se deben de consumir sopas con verduras, arroz o tortilla, en este caso sería solo el caldo colado.
El paciente puede consumir la mayoría de medicamentos de uso crónico el día del procedimiento con un vaso de agua. Los medicamentos de la diabetes mellitus, ya sean pastillas o insulina, no deben ser consumidos. En caso de pacientes anticoagulados, se lo debe de comunicar al médico previo al procedimiento y este le debe de indicar si requiere la suspensión o no del medicamento.
Todo lo que tiene que saber sobre el procedimiento
La gastroscopía se realiza en una sala de endoscopía. Se introduce aire y el endoscopio a través de la boca y se revisa el esófago, estómago y una parte del intestino delgado. El exámen generalmente dura entre 5 y 15 minutos, dependiendo de los hallazgos durante el procedimiento. Los principales riesgos son sangrado y perforación. Este riesgo es de 0.1 a 0.3%. En caso de pacientes con enfermedad de encías o dientes dañados, existe el riesgo de perder piezas dentales.
El exámen se puede realizar de tres maneras dependiendo del nivel de sedación del paciente. El paciente puede estar completamente despierto. En este caso el paciente puede presentar náusea durante el procedimiento, percibir una incomodidad en la garganta por el paso del endoscopio y puede presentar ligero dolor en la garganta posterior al procedimiento. Algunos pacientes han mencionado dificultad para respirar, sin embargo, esto se debe al hecho de que el paciente olvida respirar durante el procedimiento o bien traga saliva, lo cual le puede provocar tos. Las molestias son las mismas cuando se administra sedación leve. En este caso el paciente recibe un medicamento para mantenerse tranquilo pero no se encuentra totalmente dormido. En caso de que se utilice sedación moderada, el paciente se encuentra completamente dormido y no percibe molestias durante el procedimiento.
En algunos casos, su médico puede recomendar una serie gastroduodenal antes de una gastroscopía. La serie gastroduodenal es un exámen en el cual se utiliza un líquido que es un medio de contraste. El paciente consume este líquido y luego se coloca en una máquina de rayos X. Se sacan radiografías para valorar el esófago, estómago y parte del intestino delgado. Este exámen no es invasivo. En caso de que el paciente presente alguna alteración se debe de realizar una gastroscopía.
A diferencia de la serie gastroduodenal, la gastroscopía permite la visualización directa del estómago a través de una cámara. Además, permite la realización de biopsias y otro tipo de procedimientos. La serie gastroduodenal es la visualización indirecta del estómago a través de rayos X, no permite la realización de biopsias u otros procedimientos y no permite la detección de lesiones pequeñas.
Después de la gastroscopía
Luego de una gastroscopía despierta o con sedación leve puede ingerir alimentos hasta 15 a 20 minutos posteriores al procedimiento. En caso de una gastroscopía bajo sedación moderada puede comer una vez que se encuentre despierto. Puede ingerir su dieta habitual normalmente. El paciente puede presentar ligero dolor de garganta, dolor abdominal, eructos y en algunas ocasiones náuseas.
La gastroscopía es una herramienta preventiva muy importante. Le recomendamos mantenerse al día con sus procedimientos. Contáctenos hoy al WhatsApp 6420-1848 para programar su próxima visita.