Tipos de enfermedades Hepáticas

Enfermedad Hepática

La Enfermedad Hepática

La enfermedad hepática es el nombre que reciben el conjunto de enfermedades que afectan al hígado, dentro de ellas podemos encontrar condiciones hereditarias, masas en el hígado, enfermedades autoinmunes, las hepatitis virales, la lesión del hígado por consumo de alcohol, medicamentos y la esteatosis hepática.

 

Es importante notar que,  a pesar de las diferencias entre estas condiciones, hay ciertos factores de riesgo que se mantienen constantes y que están bajo nuestro control. Mantener buenos hábitos de salud y tener prácticas seguras son simples medidas que nos ayudan a mitigar el riesgo de sufrir serias enfermedades como el cáncer de hígado.

 
 

¿Cómo Se Desarrolla Esta Enfermedad?

El mecanismo de como se desarrolla la enfermedad va a depender de cuál es la causa que está llevando al hígado a enfermarse, sin embargo, la gran mayoría de ellas resultan de inflamación y cicatrización del hígado. Aunque es cierto que algunas de estas causas existen independientemente de nuestros hábitos, ciertos factores que incrementan el riesgo de daño al hígado como las conductas sexuales de riesgo, el uso de drogas intravenosas con agujas compartidas, la falta de vacunas de hepatitis, la obesidad y la diabetes mellitus, el consumo de alcohol en exceso y el uso excesivo o irresponsable de ciertos medicamentos sí permanecen bajo nuestro control.

 

Una ves que el daño ha ocurrido y el proceso de inflamación y/o cicatrización ha iniciado, la persona sufrirá de síntomas que generalmente van a requerir monitoreo médico y tratamiento recurrente. Estos síntomas incluyen coloración amarillenta de la piel, hinchazón, distensión abdominal, picazón de piel, orina color Coca-Cola, heces blancas, fatiga, nauseas, vómitos, cuadros de desorientación, pérdida de apetito, tendencia a formar moretones, crecimiento de mamas y atrofia testicular (en hombres) y trastornos menstruales e infertilidad (en mujeres).

 

Siempre que haya presencia de alguno de estos síntomas, es necesario ver a un médico para poder identificar la causa. Por lo general, los pacientes acuden al médico porque se ven la piel muy amarilla, pero la presencia de cualquiera de estos síntomas merece una visita a su doctor. Además, cuando un paciente ha sido diagnosticado con enfermedad hepática este debe mantenerse en control para evitar el desarrollo de complicaciones. La cirrosis es la complicación más común de las enfermedades hepáticas y dentro de sus manifestaciones más llamativas podemos encontrar la encefalopatía hepática, el sangrado digestivo alto variceal, y la ascitis. El cáncer de hígado, el síndrome hepatopulmonar, la osteoporosis y problemas con la coagulación como la formación de coágulos o sangrados excesivos también pueden ocurrir.

 
 

Las Clasificaciones de la Enfermedad Hepática

 

La Hepatitis infecciosas.

Sea crónica o aguda, la hepatitis se caracteriza por la inflamación del hígado. Está inflamación produce los síntomas de enfermedad hepática y en algunas ocasiones resultado de esta inflamación se inicia el proceso de cicatrización que ocurre después de tratada la enfermedad y que expone al paciente a todos los síntomas que se asocian con la cirrosis hepática.

 

Las hepatitis autoinmunes.

Son aquellas donde la inflamación del hígado ocurre porque el sistema inmunitario ataca al hígado, dentro de este grupo de enfermedades podemos encontrar la hepatitis autoinmune, la cirrosis biliar primaria y la colangitis esclerosante primaria.

 

Las enfermedades hereditarias.

Ellas se producen porque un gen anómalo es heredado de uno o ambos padres, dentro de este grupo de enfermedades encontramos la Enfermedad de Wilson,la hemocromatosis y la, deficiencia de alfa uno antitripsina. Otra enfermedad es el síndrome de Gilbert que es una alteración al metabolismo de las bilirrubinas en donde el paciente no llega a desarrollar enfermedad hepática como tal pero si puede presentar una coloración amarillenta de la piel, particularmente en tiempos de estrés o enfermedad. Cuando un paciente tiene esta enfermedad, no se requiere seguimiento ni exámenes rutinarios continuos, contrario a las enfermedades previamente descritas.

 

Lesiones Espacio-Ocupantes de Hígado (LEO).

Las lesiones espacio-ocupantes del hígado se definen como formaciones de contenido sólido o líquido que no son parte de la anatomía normal del hígado. Las LEOs pueden ser benignas, como es el caso de la hiperplasia nodular focal, los quistes hepáticos y los hemangiomas. Los adenomas son de un carácter intermedio ya que son hormonal dependientes y piden aumentar mucho de tamaño. Sin embargo, también pueden ser de carácter maligno como la presencia de displasia o lesiones precancerosas y el cáncer de hígado. Las causas de estas lesiones son desconocidas pero se cree que la obesidad, el hígado graso y ciertos factores hereditarios tienen cierta correlación con su desarrollo.

 

Otras:

Otras causas comunes de enfermedades hepáticas son el consumo de alcohol, el consumo de ciertos medicamentos, la presencia de grasa en el hígado y el consumo de ciertas hierbas de medicina natural.

 
 

Tratamiento y Prevención

 

Independientemente de la causa, el tratamiento de la enfermedad hepática sigue dos pilares centrales: el tratamiento de la causa de la inflamación y cicatrización del hígado como por ejemplo, eliminar el medicamento, eliminar consumo de alcohol, tratar la hepatitis o la enfermedad culpable; y el tratamiento de cualquier complicación. Por ejemplo, si el paciente está experimentando acumulación de agua en el área abdominal, es necesario el uso de diuréticos. Si hay problemas de sangrado y coagulación, se deben prescribir los medicamentos para controlar el sangrado. Si el paciente está en riesgo de desarrollar cáncer, es necesario realizar ultrasonidos cada 6-12 meses.

 

La enfermedad hepática es una enfermedad seria que requiere monitoreo y control médico. La mejor forma de evitar el desarrollo de esta enfermedad es practicar buenos hábitos para la salud hepática y física en general. Tomar medicamentos con prudencia, mantener un peso saludable, consumir alcohol en moderación, comer en lugares seguros, no utilizar drogas intravenosas, vacunarse según las recomendaciones médicas, utilizar protección y evitar relaciones sexuales de riesgo son unas de las simples acciones que usted puede tomar para el bienestar de su salud y evitar el desarrollo de enfermedades serias y permanentes.

 

No olvide contactarnos si usted ha experimentado algunos de estos síntomas. Visitar a un médico especialista es el primer paso para asegurar el mejor curso a seguir para vivir una vida saludable.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *