Dispepsia: Mejor Conocida Como Gastritis
Dispepsia: Mejor Conocida Como Gastritis. es el término que se emplea para englobar el grupo de signos o síntomas recurrentes que generalmente afectan la parte superior del abdomen.
La mayoría de las personas se refieren a los síntomas del tracto digestivo superior como gastritis. Sin embargo, cuando un médico indica la presencia de gastritis durante una gastroscopía, se refiere solamente a la presencia de cambios en la piel del estómago que se dan a lo largo de la vida sea por procesos infecciosos o inflamatorios. En este caso el paciente puede o no presentar síntomas y solo se ofrece tratamiento cuando el paciente los presenta. La dispepsia se refiere a la presencia de esos síntomas estén asociados o no a la gastritis.
Reconocimiento y Manejo
Un paciente con dispepsia puede presentar una variedad de síntomas, entre ellos agrura, dolor en la boca del estómago, náuseas, vómito, eructos, hipo y sensación de llenura. Aunque estos síntomas no son preocupantes en eventos aislados cuando son persistentes por más de un mes es importante visitar a un médico. Además se recomienda acudir a un médico si hay pérdida de peso, sangrado, anemia o fiebre. También cuando hay presencia de factores de riesgo para cáncer gástrico como antecedentes heredofamiliares, tabaquismo, alcoholismo o si el paciente es mayor de 40 años.
El doctor entonces toma la historia clínica y puede recomendar una gastroscopía dependiendo de la edad y factores de riesgo del paciente. Entre los factores de riesgo considerados está el uso de analgésicos y antinflamatorios como el ibuprofeno, si el paciente fuma, y los estados de ánimo del paciente que van a aumentar los síntomas. Durante la evaluación el médico determina si la dispepsia es funcional u orgánica. La dispepsia orgánica es el resultado de úlceras gástricas o duodenales, cáncer gástrico, enfermedad acidopéptica, ciertos tipos de gastritis como las gastritis erosivas o de la presencia de reflujo gastroesofágico. La dispepsia se clasifica de tipo funcional cuando el paciente presenta síntomas pero no hay una causa orgánica aparente, esto se debe a que el paciente ha reaccionado mucho ante ciertas comidas o estados de ánimo.
El tratamiento de esta enfermedad es autolimitado y la verdadera mejora depende de los hábitos del paciente. La práctica de ejercicio ayuda al manejo de los síntomas. Además, asegurarse de cumplir tres tiempos de comida, evitar tomar mucho café o gaseosas, evitar el fumado y el uso de alcohol, así como el consumo de comida con pimienta negra y comida picante ha demostrado ser beneficioso.
La dispepsia así como muchos otros padecimientos está altamente relacionada con el estilo de vida y hábitos de salud del paciente. Le recomendamos siempre mantener el ejercicio y una dieta saludable además de la evaluación rutinaria de su salud como objetivos en su vida para vivir placenteramente. Contáctenos al 6420- 1848, si gusta programar su próxima cita.