El intestino, donde empieza nuestra salud general

El intestino, donde empieza nuestra salud general

Por más asombroso que parezca, en este órgano digestivo se gesta la mayor parte del trabajo del sistema inmunitario, el que nos da defensas contra las enfermedades.

¿Es correcto decir que nuestra salud general empieza en el intestino grueso? Sí, no solo es apropiado sino justo para un órgano que realiza gran parte del trabajo requerido para que el sistema inmunitario funcione correctamente y nos provea de defensas en el combate de las enfermedades.

Así es: el intestino grueso es determinante para el sistema inmunitario. ¿Por qué?

Primero hay que repasar las funciones del aparato digestivo, al que pertenece el intestino. En este sistema del cuerpo se lleva a cabo el proceso de digestión de los alimentos. Una vez que los masticamos, el sistema digestivo termina de triturarlos y descompone los nutrientes presentes en ellos en moléculas mucho más simples para que el organismo pueda absorberlas mejor.

Como es de suponerse, al ingresar al cuerpo, los alimentos vienen acompañados de sustancias y bacterias.

De tanto pasar por el intestino esas sustancias y bacterias, el cuerpo las asimila y, más bien, aprovecha para generar reacciones de defensa contra las enfermedades.

Tanto así, que se estima que aproximadamente un 80 % de las células inmunitarias están asociadas a la mucosa intestinal.

Lauren Valerio, médica especialista en Gastroenterología, explica que el sistema digestivo ayuda al sistema inmunitario a encontrar un equilibrio para saber cómo reaccionar ante los patógenos.

“Al estar el sistema digestivo expuesto a tantas sustancias, nos hace crear cierta tolerancia para no enfermarnos tan fácilmente, pero tampoco reaccionar de forma tan agresiva ante alergenos que no necesariamente nos van a enfermar”, afirma la experta.

Otra de las grandes funciones del aparato digestivo, fundamental para el sistema inmunitario, es que produce inmunoglobina A, una sustancia de gran importancia para la inmunidad.

“En el sistema inmunitario, por un lado está la inmunidad humoral, compuesta por todas las sustancias que producimos para defendernos, y por otro, la inmunidad celular, representada por las células que intervienen en esa defensa. El sistema digestivo influye en la inmunidad humoral, produciendo inmunoglobina A”, confirma la gastroenteróloga.

 

El gran papel de la microbiota intestinal

En el intestino grueso también reside una buena parte de la microbiota intestinal, la que conocemos popularmente como “flora intestinal”. Dentro de sus funciones están terminar de descomponer y fermentar ciertos alimentos que pasan al colon y ayudar en la absorción de ciertas vitaminas.

Además, la microbiota intestinal está asociada con la disminución de los mecanismos inflamatorios del cuerpo y, por tanto, con la protección contra ciertos tipos de cáncer.

“La microbiota intestinal son bacterias que nos ayudan a mantener nuestra salud gracias a su acción de descomposición y absorción de los nutrientes, lo que ayuda al sistema inmunitario”, añade Valerio.

Según la doctora, cuando hay una alteración de la microbiota intestinal, se pueden desencadenar enfermedades como algunos tipos de cáncer, obesidad, síndrome de intestino irritable y un padecimiento llamado sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado, que puede producir diarreas, pérdida de peso y malnutrición.

“Los pacientes con problemas digestivos como gastritis, colitis, reflujo y demás, más que tener una alteración de defensas bajas, lo que tienen es una alteración de la microbiota intestinal”, especifica la gastroenteróloga.

 

Proteja su intestino

Conociendo el gran trabajo que realiza el intestino grueso para mantener la salud general de nuestro organismo, debemos cuidarlo siguiendo los siguientes consejos:

  • Conserve una dieta balanceada. Ingiera bastantes frutas, legumbres, vegetales y verduras de todos los colores y texturas.
  • Evite los alimentos ultra procesados como los paquetitos de snacks en todas sus presentaciones.
  • Evite el exceso de azúcar, lácteos y trigo.
  • Duerma adecuadamente, de 7 a 8 horas diarias.
  • Haga ejercicio.
  • Controle el estrés.

 

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