Propósito de año nuevo: cuidar nuestro sistema digestivo

Propósito de año nuevo: cuidar nuestro sistema digestivo

Pasados los tamales y el rompope, ¿Cómo me aseguro de contar con una buena salud digestiva? Todo empieza con un chequeo de rigor.

El inicio de año suele ser un periodo de replanteamiento de objetivos personales. Siendo el sistema digestivo la casa de nuestra salud, órgano donde se producen la mayoría de las defensas que nos blindan contra las enfermedades, ¿Qué mejor forma de empezar el 2023 que cuidando nuestra salud digestiva?

Un chequeo médico general es una excelente  idea sobre todo tomando en cuenta los excesos a los que se ve sometido nuestro cuerpo durante las fiestas navideñas.

Según la especialista, no existe un examen básico que nos indique, en general, cuál es el estado de nuestro aparato digestivo. Sin embargo, sí hay distintos procedimientos exploratorios que pueden aplicarse, de acuerdo con el perfil de cada paciente, para conocer nuestra condición de salud estomacal.

Lo primero es la cita médica. “La consulta es importante porque en esta se entrevista al paciente para conocer sus antecedentes, saber cómo abordarlo de acuerdo con el motivo de consulta y empezar con él un proceso formativo y de acompañamiento para que pueda sobrellevar su enfermedad”, explica Valerio.

De ahí en adelante, el gastroenterólogo le recomendará al paciente el procedimiento o tratamiento apropiado, según sea su caso.

 

¿Gastroscopía, colonoscopía o ambas?

“La exploración del sistema digestivo consiste en un conjunto de acciones. Si nos ponemos muy estrictos, necesitaríamos una gastroscopia, una colonoscopía y, eventualmente, exámenes de laboratorio y un ultrasonido de abdomen. No es que todas las personas deban someterse a todo eso, por supuesto que no, pero generalmente es lo que se recomienda para comenzar la detección de cualquier padecimiento digestivo”, argumenta la gastroenteróloga.

En algunas ocasiones, afirma la experta, sí es necesario combinar, por ejemplo, una gastroscopía con una colonoscopía.

“Las personas con diarreas crónicas que tienen más de seis semanas de evolución, deben  hacerse una gastroscopía y una colonoscopía, pero siempre se busca individualizar la atención, dependiendo del cuadro clínico del paciente”, aclara la médica.

Pero, ¿Cuándo procede uno u otro tratamiento? Tome nota de la explicación de la doctora Valerio:

 

Gastroscopía:

Para pacientes que tienen síntomas altos. ¿Qué son síntomas altos? Dolor en la boca del estómago, agruras, acidez, náuseas, vómitos, eructos, tos crónica, mal aliento. Se recomienda a partir de los 40 años como chequeo general para detección de cáncer gástrico.

 

Colonoscopía:

Para quienes padecen diarrea, estreñimiento, dolor abdominal con distensión abdominal o alternancia (un rato tienen dolor abdominal y al otro, distensión, así como diarrea o estreñimiento). Se recomienda a partir de los 45 años como chequeo general para detección de cáncer de colon.

 

Ultrasonido de abdomen:

Sirve para conocer el estado de órganos como el hígado, la vesícula biliar, las vías biliares y el páncreas. Algunos síntomas por los cuales el médico puede pedir este estudio son el dolor abdominal, fiebre, pérdida de peso, sospecha de tumoración abdominal, sospecha de piedras o cálculos en la vesícula biliar o en los riñones y problemas renales asociados a diabetes. Se recomienda a partir de los 40 años.

La gastroenteróloga enfatiza que, sobre todo antes de los 40 años, la aplicación de unos exámenes u otros es muy individualizada; depende, sobre todo, de los síntomas que presente el paciente.

 

Cuide su sistema digestivo

Aparte del tratamiento y de la detección temprana, tenga presente la importancia de cuidar su sistema digestivo. Para ello, siga estos consejos:

  • Conserve una dieta balanceada. Ingiera bastantes frutas, legumbres, vegetales y verduras de todos los colores y texturas.
  • Evite los alimentos ultra procesados como los paquetitos de snacks en todas sus presentaciones.
  • Evite el exceso de azúcar.
  • Evite el exceso de alcohol.
  • Duerma adecuadamente, de 7 a 8 horas diarias.
  • Haga ejercicio.
  • Controle el estrés.

 

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